viernes, 2 de septiembre de 2011

Y ahora QUÉ!?

Cuando acabamos los estudios de secundaria obligatoria, todos nos hemos enfrentado a una pregunta: y ahora qué? ahora por dónde sigo?... Tras unos meses de meditar, finalmente encontramos un camino para seguir, a veces bajo coacción, otras por convicción y para bien o mal, siempre de manera más o menos acertada. Sin embargo, el peor AHORA QUÉ, que nos podemos encontrar llega algo más tarde, en ese momento en que después de haber hecho ese bachiller, durante el cual la presión del día X, en que todos nuestros conocimientos generales serán puestos a prueba llegará, no hace más que agobiarnos día a día... después de la carrera o equivalente, que a costa de horas de sueño termina saliendo con más o menos éxito, SÍ!, es ahora cuando llega el AHORA QUÉ!?... Es ahora... cuando toca respirar profundamente, para que el tortazo contra la pared no duela tanto, pues es el momento en que de ser estudiantes, pasamos a ser uno más de la lista de millones de parados de nuestro país. Esa lista llena de personas cualificadas que al igual que nosotros lucharon para tener estudios...
Resulta ser, que para este momento de la vida, no hay receta ni manual, simplemente existen dos factores... el factor experiencia y el factor enchufe. Sobre el factor enchufe, hay que decir que funciona como un comodín, ya que no precisa de experiencia ni de una gran cualificación para poder conseguir un trabajo... es un factor omnipotente... y luego está el factor experiencia; sí, ese apartado que nos piden que pongamos en todo formulario y currículo laboral, ese apartado que casi vale más que nuestros conocimientos y destrezas... de éste podríamos decir que es un factor omnipresente, por qué? simplemente porque el que goza de experiencia a tenido que estar en mil sitios a la vez para llenar lo suficiente ese pequeño apartado y poder tener alguna posibilidad frente a los muchos que cada vez más cuentan con el factor enchufe. Es curioso, que en tiempos de crisis, sean siempre los del factor enchufe los que consiguen posicionarse... todos sabemos cómo funciona esto, no? Al más puro estilo de don Vito Corleone: yo te hago un favor porque lo necesitas, pero luego tu le harás un favor a mi tataratío segundo por parte de nuera que está en el paro. En conclusión, al final y por desgracia, termina siendo más efectivo un buen enchufe, que una buena bombilla...

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